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10. ENMARCADO
El enmarcado lo podemos considerar como una ayuda
para potenciar y centrar el interés del observador sobre el
área de la imagen que queramos resaltar.
Modos de enmarcado:
- Naturales. Con un poco de imaginación, infinidad
de elementos naturales nos podrán servir como
enmarcado: ramas, puentes, cuevas, etc.
- Filtros. Con el uso de filtros especiales, también
podremos conseguir efectos satisfactorios en este
campo.
- En laboratorio. Con exposiciones selectivas,
oscureciendo ciertas zonas de la imagen.
11. ILUMINACIÓN
Un elemento fundamental en toda fotografía es la luz. Así como la luz natural no puede ser
controlada por nosotros, sino que tenemos que adecuar nuestro mecanismo fotográfico a la
naturaleza, la luz artificial es susceptible de ser manipulada a nuestra conveniencia.
Según la dirección y el ángulo en que la luz incide en el motivo fotográfico, las sombras
cambian de forma y posición, aplanando o creando volumen y profundidad en las escenas.
Aunque este es un apartado que, por su amplitud y complejidad, necesitaría de un curso para
el solo, si deberemos ser conscientes y tener en cuenta la importancia de la iluminación para la
potenciación del volumen y la textura en la imagen.
TIPOS BÁSICOS DE ILUMINACIÓN SEGÚN:
LA DIRECCIÓN DE LA LUZ:
1. Luz frontal. Produce aplanamiento de los objetos y aumenta la cantidad de detalles,
pero anula la textura. Los colores se reproducen con gran brillantez.
En personas y con la luz cerca del eje del objetivo, el riesgo de que aparezca el
efecto "ojos rojos" aumenta considerablemente.
2. Luz lateral. Destaca el volumen y la profundidad de los objetos tridimensionales y
resalta la textura. Aunque da menor información sobre los detalles que la luz frontal,
aumenta el contraste de la imagen.
3. Luz cenital. La iluminación vertical (cenital o inferior), aísla los objetos del fondo, y el
elevado contraste que da a la imagen les confiere un aire dramático.
Especialmente en retratos, puede llegar a hacer el rostro tenebroso e irreconocible.
4. Contraluz. Convierte lo motivos en siluetas, lo cual puede resultar conveniente para
simplificar un tema conocido y lograr su abstracción. A ello hay que añadir la supresión
que se consigue de los colores y la posibilidad de usarse como luz secundaria para
marcar líneas brillantes que destaquen el motivo respecto al fondo.
LA INTENSIDAD DE LA LUZ:
5. Luz dura. Procede de fuentes pequeñas y alejadas, como el sol, bombillas o flashes
directos. La distancia y el tamaño determinan el grado de dureza. La luz es idónea
para destacar la textura, la forma y el color, y proporciona el mayor grado de contraste.
6. Luz semidifusa. Procede de fuentes más grandes y/o próximas al objeto y, aunque
produce sombras definidas, ya no tienen los bordes tan nítidos. La luz semidifusa
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destaca el volumen y la textura, pero sin sombras negras y vacías, y sin el elevado
contraste de la luz dura. El color resulta más apagado.
7. Luz suave / Luz reflejada. Es tan difusa que no proyecta apenas sombras. La fuente
luminosa ha de ser muy extensa, como un cielo cubierto, o rebotarse sobre una
superficie grande y próxima, como el techo, pantallas reflectoras, etc.
Esta iluminación es la menos espectacular de todas, pero la más agradable y fácil de
controlar. Además, proporciona un contraste ideal para reproducción impresa.
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El dominio de la composición, aunque puede ser innato en algunos artistas, llega a adquirirse
con el tiempo, practicando y analizando fotografías de calidad. Si observamos las obras de
grandes maestros (fotografía, pintura, dibujo e incluso cine), descubriremos que en casi todas
existe el empleo de alguna de las normas que hemos visto.
En fotografía artística, la calidad de la composición tiene tanto o más valor que la técnica y
normalmente, cinco minutos destinados a planificar la composición de una sola foto, será más
beneficioso, para nuestros intereses, que fotografiar cinco fotos en un minuto.
Como se ha comentado anteriormente, todos estos puntos son reglas y normas básicas de
fotografía, que deberemos conocer y que deberán servirnos de guía para iniciarnos en el
mundo de la composición y del lenguaje fotográfico, siendo un punto de partida hacia la
obtención de un estilo propio que nos satisfaga y nos identifique.
Y, por último, ser conscientes de que tenemos en nuestro entorno un mundo en el que la
imagen tiene una importancia vital. La oferta fotográfica que nos rodea es enorme, así que
permitámonos un pequeño espacio de tiempo para analizar todo aquello de interés que nos llega
a los ojos y, con los conceptos aprendidos en este curso, saquemos conclusiones y aprendamos
cosas nuevas.
