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PROCESO DE POSITIVADO DE UNA PELÍCULA B/N
Se entiende por positivado la obtención de una copia en papel fotográfico, generalmente
ampliación, partiendo de una película negativa. Este proceso se lleva a cabo en bandejas,
teniendo la asistencia de luz inactínica.
El proceso completo pasa por las siguientes fases:
· Exposición.
· Revelado.
· Paro.
· Fijado.
· Lavado y secado.
Recibe el nombre de exposición la operación de hacer llegar luz al papel sensible a través del
negativo. Puede hacerse de dos formas: por contacto, o por ampliación.
El positivado por contacto consiste en colocar el papel fotográfico sobre una superficie plana
con la emulsión hacia arriba, y sobre él, el negativo bien aplanado. Una vez realizada esta
operación se ilumina, ya sea con la luz de la ampliadora o con cualquier otra, consiguiendo con
ello que el papel quede impresionado.
El positivado por ampliación se efectúa colocando el negativo en el portanegativos de la
ampliadora y proyectando sobre el tablero de la misma, en la que se habrá colocado el papel
sensible. Previamente a la exposición se habrá enfocado correctamente la imagen con el
mecanismo que para ello tiene la ampliadora. Se deberá calcular el tiempo de exposición
adecuado mediante una tira de prueba, que no es otra cosa que un pedazo del mismo papel, al
que se le realizan varias exposiciones, con distintos tiempos, para determinar el tiempo óptimo.
El comportamiento del papel en el tiempo de revelado es similar al de una película; se
ennegrecerá en mayor o menor medida en función de la cantidad de luz recibida.
Mediante el baño de paro se detiene bruscamente el proceso de revelado, y mediante el
proceso de fijado, además de anular la sensibilidad del papel, prepara las sales de plata no
expuestas para ser eliminadas en un lavado con agua corriente. A continuación se procede al
secado de las fotografías, ya sea mediante esmaltadora, secadora, o simplemente, colgándolas.
Para el acabado de una foto, y debido a posibles defectos mínimos del negativo, se puede
utilizar la técnica del retoque, cubriendo las imperfecciones con tinta o lápiz, asemejando la
textura del positivo.
En el momento del positivado el fotógrafo puede elegir el fragmento de imagen deseado o la
totalidad del negativo. Asimismo, también podrá manipular otros aspectos como la elección
adecuada de la gradación del papel, la intensificación o tapado de ciertas zonas, etc. Se trata de
lograr una densidad uniforme y de resaltar o suprimir ciertos detalles.
